Camino hacia tu encuentro en medio de aquellas ansias de llegar temprano, entre calles vacías y el tiempo seguido por aquel reloj que nos fijo la cita precisa. Ya la tarde esta netamente hecha para el compartir radiante entre perspicaces ilusiones bellas, el cual nos hipnotiza en un abrir y cerrar en nuestros ojos. Me recibes con apuros y pasiones dotado de hermosura muy surtidas entre las discrepancias más gráciles del corazón ¡Pero solo estas ahí frente a mis ojos los cuales son tus ojos! En un tiempo pasado en medio de nuestra pubertad bese por primera vez tus labios carnosos y delineados de aquella joven de contextura delgada, más bien pura y bella con piel clara, adornada por esa cabellera larga color negro azabache ¡Entre mis pensamientos quiméricos producto de aquel beso le agradecía muy repetidamente a la virgen Del Carmen¡ Entre nuestras conversaciones solo existe la serenidad para el amor compartido en medio de aquella pubertad la cual nos colmaba de alegrías tiernas y tan angelicales como el choque sereno de nuestros ojos. Ahora bien, las pautas las a fijado usted bella dama que agudizas los pensamientos entre un sinfín de querencias resurgidas por nuestro nuevo encuentro el cual apetece a la serenidad más posible y muy sincero para nosotros dos. Hoy recuerdo aquellos acelerados instantes y en aquella ocasión alzo mi brazo derecho abriendo a todo dar los dedos de la mano, agitándolos para los lados y muy inquieto con la viva preocupación de llamar la atencion de aquel taxi que desfilaba por casualidad del destino en ese preciso momento. Motivado a que la intensión de nuestros deseos eran para solo llegar hasta aquel pequeño motel con el nombre de Casa Bechia. En medio de aquella sicodélica y pulcra habitación me encuentro muy atenuado por tus contagiosas sonrisas las cuales sonrojean mis labios, estrechamente hormigante sensaciones tiernas recibo entre pasiones aceleradas cubiertas de aquel perfume exquisito surgido del amor. Por tanto usted con la delicadeza radiante y jovial exclamas muy decida ante mis ojos ¡Cerremos nuestros ojos y solo los abriremos en el mismo tiempo al final que culmine esta pasión en donde se habrá formado la niña de nuestros sueños! – ¡Este hecho! respondo con alusiva felicidad así pues te digo lo siguiente: Brindo por esos momentos bellos los cuales accediste entre tus pasiones con las rosas exquisitas del amor para solo sacar aquel vacio lleno de aceleradas dudas, en donde amare por siempre todos aquellos rasgos dulces muy conformes de la amabilidad y tu decidido corazón enormemente sereno en darme la felicidad apacible en este mundo... Apacible son tus abrazos que llenaron mi alma de esperanzas bellas en la Barinas del cielo azul que adornaría por siempre el horizonte lleno de ternuras entre el alba , pero muy extrema de aventuras puras y tan llena de fantásticas canciones suaves para solo adormecer el fruto inmenso y tierno que posa dentro de tu vientre... Fruto del amor sensible que permanece con ese tiempo tan extenso para el recuerdo lindo y perenne como aquellos momentos deseados que solo lograra la felicidad susceptible , en donde el tiempo a pasado sin tregua y así mismo tus caricias tiernas están conectadas en mi incesante pensamiento que no doblega un minuto para solo pulir aquel repaso lindo... Hoy te alejas más y más como la aurora en medio de sus colores vivos parecidos a tus ojos en donde mis versos conectan y surcan la realidad del amor extenso, el cual es muy verosímil entre las bendiciones de la virgen Del Carmen para solo darme musa serena y recta que calman mis angustias de aquel bello recuerdo... ¡ Finalmente brindo por todo aquel recuerdo Bello! ¡ Brindo por tus pasos serenos ante la vida! ¡ Brindo por tus ansias de amarme! ¡ Y brindo por nuestra niña ya hecha mujer!
RIVAS JOSE
Barinas-Venezuela
05-07-2017