AZULNOCHE

TE MIRO...

 

Como cada mañana entro y te veo sentado, todos los días a las 8 en punto,

todos los días en el mismo sitio, en el mismo lugar.

Te contemplo, ahí estás tú frente a mí; pelo corto castaño claro,

camisa blanca escotada, tejanos desgastados y deshilachados.

Te miro por el rabillo del ojo y un día más quedo fascinada en mi silencio

de ver con qué belleza deslizas tus dedos y pasas léntemente con dulzura atrapánte

las hojas del libro que vas leyéndo, recubiertas de papel seda rosa porcelana envejecido.

Guardo para mí una sonrisa que cosquillea mi alma serenamente.

Ese pequeño trayecto de apenas cuatro estaciones de metro de cada mañana

es el fino y delicado despertar de mis sentidos, es la música que más me acerca a tí, desconocido.

 

20-10-2012 (Correjído y mejorado)