No me dejes propina,
yo no quiero limosnas
no me arrojes la migas,
no me tires las sobras.
Desde tu necio orgullo
prepotente y altivo
no eres mas que un guiñapo
enquistado en su ombligo,
una sombra chinesca,
un gazapo perdido,
un proyecto de hombre
caducado y podrido.
Eres sucio y cobarde,
mentiroso y obsceno,
un reptil nauseabundo
ponzoñoso y rastrero,
un aborto de macho
Impotente y cretino
que se mira al espejo
Y babea los vidrios.
¡Márchate de mi vera,
buscate una nodriza
que alimente tu orgullo,
que te llene las tripas,
que simule un orgasmo
con tus torpes caricias,
que se trague tu efluvio
y vomite tus risas.
SHEMIRRAMIS (Jose Luis Posa)