Nohemí Martínez

Nostalgia.

La soledad me invade lejos de mi ciudad y de mi familia, echo mi mente a volar en aquel viejo edificio recostada en el piso de mi habitación 3x3.
Vienen a mi memoria los recuerdos de mi infancia, bendita infancia, en que momento te me terminaste, me lleno de nostalgia al recordar todos esos juegos, la familia reunida, los abuelos y sus regalos ¡Dios!
Unas lágrimas brotan y ruedan sobre mis mejillas al percatarme que ese tiempo se me fue, estando tan pequeña era demasiado feliz, lo tenia todo, pero no me daba cuenta, me lleno tristeza y a la vez de impotencia, sabiendo que esos tiempos ya no regresan.
Así en mi mente voy escalando etapa por etapa, vienen a mis recuerdos los años de adolescente, realmente era feliz, no me hacia falta nada, comidas familiares, amigos, fiestas, mi vida siempre tan llena de bendiciones.
En qué momento llegue hasta aquí, cuál fue el momento en que tuve que irme de mi casa para comenzar a ser parte del sistema, estoy en un lugar que no es mi ciudad, en una casa que no es mi hogar, estoy sola con mi compañía, es tan difícil vivir con uno mismo, conozco cosas de mi que antes no conocía, y me asustan.
Estoy lejos de los mios extraño la comida de mamá, los consejos de papá y los juegos con mis hermanos, es demasiado tarde para valorar todas esas cosas que en un principio me parecían pequeñas y vaya que son tan grandes, no lo podía imaginar.
El tiempo pasó, por mi vida han pasado grandes amores, grandes amigos pero al final a pesar de la distancia, están los que tienen que estar, los que realmente quieren ser parte de mi vida, es triste partir del hogar, sin embargo ayuda a reflexionar a crecer y valorar a las grandes personas que forman parte de mi.
Pienso que los mejores años me pasaron volando, quedan los buenos momentos guardados en un cofre dentro de mi memoria, y ahí permanecerán, mientras tanto voy a continuar...