Wellington Rigortmortiz

il Cantico dei Cantici

 

-EL-

El sueño, el cansancio y el estío

invadieron mi ser,

al terminar el mes de Marzo,

en cataléptico letargo

despertó mi conciencia,

buscando

entre la niebla de la soledad,

los vestigios

del aroma de la esperanza,

tan tenue era su fragancia,

se desvanecía, escapaba,

tétrico desdoblamiento astral,

como me congelas de muerte el alma,

lastre dulce y amargo del destino,

una melodiosa voz

me llama en el vacío,

atraviesa los muros indivisibles

de una conciencia herida,

la piel lentamente va sanando,

un rocío es bálsamo

para las heridas brutales

que abiertas vomitan odio,

el alma, atada al ancla del tiempo

sumergida está en las profundidades

del un mar tan oscuro

como las promesas olvidadas y rotas;

amada mía, tu voz melodiosa

con su agudo sonar recita mi nombre,

cuerpo y alma liberados

se juntan a la conciencia,

despierta la pasión, la sangre fluye

por las venas desvaneciendo

cada coágulo de oro y plata,

despierta un corazón de cuarzo

latiendo en destellos de luz,

aparentando ser un sillmaril,

hermosa doncella piel de fina ceda,

en el brillo de tus ojos soy ahora prisionero,

con tu mirada me sacaste del fondo oscuro

de este mar lleno de recuerdos,

de pensamientos;

sentimientos cálidos y temerosos,

diálogos fríos, descomedidos,

fueron así nuestras palabras,

camino sobre estas aguas profundas,

flotas en tu cielo inflamable,

no podemos tocarnos,

solo mirarnos, admirarnos,

tu amor me eleva,

mas no puedo llegar hasta ti,

el tiempo viajó rápido por mi vida

y pasó muy lento por la tuya,

poesía de carne y hueso

tiernamente espera su nacimiento

acurrucándose en la mitad de ambos,

amor mío, cuan magnifica eres

dentro de la inmensidad de mis anhelos;

…al iniciar el mes de Abril,

mientras de pie en la proa de mi galeón,

extraviado observaba

entre la espesura de la niebla,

tu encantadora figura apareció,

de rodillas caí ante tu celestial presencia

para besar cuidadosamente tus hermosos pies,

sacrílego acto que me dio tu bendición.

 

-Ella-

La avalancha se aproxima,

descuidadas nubes negras

se asoman en lo alto

de la manta pura y clara,

se avecina una gran catástrofe,

las mojigatas arboledas

le aplauden al cielo,

se abre

la puerta de la esperanza,

todo mejorará,

es una certeza;

insaciable apetito

devórame con tus anhelos,

márcame con tus palabras,

abrázame el alma,

descubre el cielo,

desnuda a la fantasía,

la más bella escultura,

amar y ser amado,

controversias,

aflicciones

retos, pero,

sin imposibles.

 

-EL-

Un océano profundo nos separa,

la tierra ajena es a nuestro caminar,

inhóspita se muestra, inaccesible,

si pudiéramos tener alas,

alguna vez así fue,

pero, las hemos perdido,

el aire y el viento

no nos niegan el encuentro,

tus temores amada mía,

son esa avalancha

que avecina tempestad sobre mí,

los conozco del pasado,

sepultado fui algunas veces,

mas siempre resurgía

con las ultimas fuerzas del alma;

diosa de los horizontes oscuros,

permite que mi aura

aleje las catástrofes

que se ciernen

sobre tus sueños y anhelos,

permíteme reposar

un fragmento de mi luz

en tus delicadas manos,

que tu alma brille y sea

esa bendición distante,

aquella que ahuyenta

todo mal

y toda desesperanza,

se para mí el génesis

de esta astral existencia

y no el apocalipsis falaz,

el fin de los tiempos.

 

Elixir embriagador es tu aliento,

dulce amor que me seduce

con sus besos

mediante pensamientos,

en la distancia mis abrazos

te cobijan el alma,

mis sentidos se transportan

hasta la entrada de tus aposentos,

para pintar tu lienzo virgen y terso,

con coloridas atmósferas,

lluvias de infinitas galaxias,

frio y calor fusionándose,

dialogando con un idioma tangible;

desnuda esta la fantasía,

ante nuestros pies

su manto de vestimenta plateada

se evapora cubriendo de niebla

nuestra carnación desabrigada,

amor de mi alma, si tan solo

pudiera abandonar estos sueños

y saciarme de tus certezas,

entregarte las mías

para que las aflicciones y temores

se evaporen de tu ser, a veces,

el tiempo pasa en lapsos rápidos,

en lapsos lentos,

parece ser la única verdad

como serpiente

que se devora a si misma

desde su cola.

 

-EL-

Amada mía, cuan lejana estas,

la ausencia de tu cuerpo

carcome con dolor mis sentimientos,

tengo temor de extraviarme,

de que tu luz se extinga,

la tormenta arrecia,

la tempestad eleva las olas

de este mar de temores,

me lleva hacia los arrecifes

con mucha violencia,

en contra corriente peleo

ya fatigado;

que será de nosotros si sucumbimos

a este poder natural

que está muy por encima

de nuestra condición mortal?,

mujer mía solo poseemos este amor,

en soledad, tu espíritu,

me ayuda a mantenerme firme

aferrándome al timón;

cuantos hermosos recuerdos,

como cánticos de sirena

seducen mi mente,

embriagan a los sentidos,

adrenalina mandrágora,

abrazándome estas sobre mi espalda,

acabamos de ascender

la primera gran ola mortal,

en la cumbre nebulosa,

puedo observar las siguientes,

en la caída precipitosa,

los dos nos preparamos

para romper las olas,

con la sonrisa dibujada,

con el alma libre,

amada mía, elixir del alma,

equilibrio de la vida.

 

(Ella / Fragmento de Krisdie R.)

 

CONTINUARA...