Gerardo Barbera

ORACIÓN

 

 

Ahí,

justo en las manos

de la madre,

justo en el rostro

del papá

que regresa del trabajo,

estás tú,

Señor, Dios Padre

todo Poderoso,

Ahí,

cuando juego 

con mi hermano,

Estás Tú,

Dios de Israel,

todo Poderoso,

porque tu poder

es el Amor.

 

Ahí,

cuando estás triste,

preocupado,

cansado,

estás Tú,

Jesús,

Salvador,

tendiéndonos las manos,

ofreciendo ayuda,

sin condiciones,

sin manipular,

porque Tú,

Señor Jesús,

salvador nuestros,

tienes un corazón infinito,

donde todos cabemos.

 

Ahí,

cuando todo falte,

estás Tú,

Espíritu Santo,

con ese fuego

de sanación,

llenándonos de Vida Eterna,

porque eres el Amor

que fortalece,

la canción al amanecer,

calor espiritual,

luz celestial,

llama eterna

que ilumina,

fuego que enciende

nuestras almas.

 

Ahí,

cuando estamos solos,

está Ella,

orando en silencio,

implorando por mí,

mi esposa,

mis hijos.

Yo la siento,

ahí,

con sus manos extendidas,

como lo hace una Madre,

Virgen celestial,

Madre de Dios, 

ruega por nosotros pecadores,

ayúdanos a recibir a Jesús

en nuestros corazones,

Madre de Dios,

¡El Señor es contigo!

Enséñanos a esperar todo

del Amor de Dios Padre,

Del Hijo y

Del Espíritu Santo,

¡Amén!