Eikasia

Naz

Cada vez que nos vamos a ver mis manos se ponen pálidas como cuando el frio se apropia de mis abrazos, mi pelo más revoltoso que nunca (casi como en el secundario), siempre siempre se me hace un poco tarde y me dan ganas de correr, andar en bicicleta o correr con la bici al lado (como a los 8 años) y ser el mas rápido del patio, una pequeña cantidad de ansiedad necesaria que se desespera por llenar mis pulmones de aire de todo el aire de todos los vientos o de aireagua o de fuego liquido y quedarme dormido en la plaza [con vos], la espalda me empieza a molestar [o son las arañitas que no para de corretear] y mi mirada deja de estar fija en la nada para estar fija en todo lo que nos aparta.