Texi

Tocar madera

El invierno parecía haberse instalado en su interior, como cubierto por el  témpano, había dejado de sentir y sucumbía cada día mudo e inútil como una guitarra sin cuerdas.
Estaba bien avanzada la primavera, cuando él cayo en la cuenta, que llevaba casi un año sin ella, fue consciente por primera vez de que nunca más volvería. Pensarlo y notar como algo se rompía en su interior fue casi al unísono.
Un dolor sordo y punzante, fue lo último que él recordaba, cuando despertó. Alrededor solo oscuridad, quiso llamar pero su garganta estaba tan seca que apenas pudo escuchar su voz. 

Extendió sus manos comprendió donde se encontraba, pensó que sus peores pesadillas no habían sido nada, comparadas con lo que ahora le estaba ocurriendo y maldijo al destino, por pasarle de ser un muerto viviente, a un muerto vivo. Indignado con su suerte por primera vez en mucho tiempo deseo vivir, comenzó a golpear el ataúd con tanta fuerza como le fue posible, rogando y suplicando para que no fuera demasiado tarde.