Un mundo sin poesía,
es como tener pinturas sin vida,
cielo sin estrellas que brillan,
cómo noches largas, sin día,
como canciones sin notas sentidas,
¡Como cuerpos flotando sin vida!
¡Dónde quedaría la magia y la fantasía?
¿Dónde la voz blanca de la libertad y la justicia?
Un mundo sin poesía,
paseos largos en monotonía,
¡No tienen luz, color, ni alegría!
¡Ay, un mundo sin poesía!
A nadie se lo desearía,
sería como habitar
un planeta sin vida,
sin sueños, sin esperanza...
Que no muera la poesía, que no muera,
que todos los poetas no dejen nunca de pintar sueños,
que siempre mantengan encendida
la antorcha de la esperanza...
Que el tintero estalle en sentimientos,
que la pluma baile,
¡Que la imaginación vuele!
Pues el día que la poesía ya no exista,
no se expresaran los llantos ni las alegrías de los hombres,
ni todo lo que sienta en lo profundo del alma,
y él se convertirá entonces,
en un robot aletargado, sin sueños.
Poesía,
primorosa dama de vestidos largos,
no te mueras nunca, no te mueras,
salta por los montes con tus vestidos dorados,
toca los corazones enamorados,
regala flores de esperanza por los prados,
llévanos en tus alas doradas,
por mundos inimaginados,
toca tus flautas alegres por todos lados.
La poesía se renueva, renace,
como lluvia amanecida,
al clarear las luces de un nuevo día.
La poesía,
¡La poesía es vida!
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas -Perú-Derechos Reservados.