Camino de la mano de un hombre que me comparte la mirada,
Que me regala flores y me sonríe sin importar desgracia.
Que me consuela en las noches más lúgubres,
mientras me cobija en su cálido pecho
donde el invierno acaba.
¡Qué perfecto hombre!
Del cual no estoy enamorada.
Y me pregunto yo, ¿Qué es más hiriente?
¿Disimular amor o despedazar un alma?