Cielo de blanco y grises claros
sucede al azul
abrazándo la línea del horizonte
entrelazada de nubes
y montañas.
En la arena rubia
llegan lamiendo
las olas espumosas
incesantes, bravías
murmullos salados
reluciendo al sol en la orilla
besándo caracolas y conchas...
La brisa regala caricias
la quietud es un espejismo
todo fluye frente al océano
universo vivo
en constante movimiento,
quedan mis huellas solitarias,
dejo semillas plantadas
bajo la arena ardiente
regadas de lágrimas dulces.
Frente al Pacífico
faltas tú, aquí a mi lado
y tu canto a la sencillez,
conmigo y la naturaleza.
Tamarindo 23-6-2017