En un suspiro siento la verdad en mis adentros
flotando en la exactitud perenne de mis noches.
Y en el ensueño latente de todas las verdades
abrigo un palpitar de realidades penetrar mis confusiones.
Y tú...hecha de espuma por senderos misteriosos
te realizas perdurable...
con sonidos de lejanía en mis sentidos.
LLueve en la noche la soledad de tu presencia
que se arropa temblorosa en mis ojos de niño.
Y llora un despertar de recuerdos por mis ansias
como un río de nostalgia que se anega en un gemido.
En el soñar de mi memoria que cautivas
te reencuentro entre mis brazos suspirada.
Entre ecos mudos de la noche me despiertas
por los causes de un desvelo que sembraste en mi mirada.
Todas las historias de tu pecho sobre el mío
se conjugan como cantos de sirenas embrujadas.
En mi noche las estrellas engalanan los quejidos
de recuerdos que brillaron en mil noches hechizadas.
Y te recuerdo en el brillo opaco de la noche
que como sombra quedó detrás de tu fulgor bravío.
Y en el brillo de esa noche queda el hecho
que nadie como tú tendrás sentido.
LEONARDO HENRRICY SANTIAGO