El escultor talló un Cristo desnudo estando en prisión
No había cometido ningún delito era inocente
Era conocido en la cárcel por toda aquella gente
Nadie podía suponer que el Domingo de Ramos
viviría su pasión.
Jesús despojado, por su gracia recuperó la libertad
Y sin miedo con la conciencia limpia se reunó con sus amigos
El escultor ya libre, recuperó la calle, se acabaron los castigos
Dios hizo posible que por su gracia divina reinara la verdad.
Este año la primavera ha vuelto
Su música llena la plaza
Y el espíritu de Cristo no ha muerto.
Sevilla en Semana Santa es única
El dolor de Cristo el corazón atenáza
Desnudo, sin sangre su blanca túnica.