Adiós mi amor
Mírame. No estés triste.
Tienes los ojos secos,
sin lágrimas.
Las despedidas siempre
son muy tristes.
Hemos sido paño de lágrimas,
tú y yo. Siempre hemos estado pendientes
del qué dirán de los demás.
Y ha sido siempre por el mismo motivo.
Porque ambos tenemos cargo de conciencia.
Porque hemos estado permanentemente
dando pretextos de ausencias.
Tú en tu casa y yo en la mía.
Tú a tu esposo y yo a mi esposa.
Nuestra decisión de separarnos
no es desacertada.
Es la que corresponde.
Ambos nos conocemos
tal cual como somos.
Amantes de los sentimientos.
Los que ha sentido tu corazón hacia el mío.
Ellos en un tiempo eran sólo uno.
¿Pero no piensas que somos responsables
de una acertada determinación?
Hemos vivido momentos maravillosos.
Pero debemos hoy reconocer
que hemos sido infieles seres.
Demuestras una frialdad que no sientes.
Y yo una valentía... que me parte el corazón.
Porque ... te sigo amando.
Como tú a mí.
Sigamos mirándonos...
Y cada uno sabrá lo que interiormente sentimos.
Debemos aceptar la realidad de nuestro amor.
Aunque nos duela,
aunque por dentro lloremos...
Debemos decirnos adiós mi amor.
Para felicidad de tu familia, y la mía...
Brigada del escenario