Maryrios

DESAHOGO.

De golpe vaciaste mi mundo

te convertiste en un poema que siempre temí escribir

 el dolor.  

Pero no voy a hablar del dolor como un momento suicida.

Quiero enamorarme un segundo de él

y correr el riesgo de morir amándolo.

Si he de soportarlo o si he de digerirlo

debo conocerlo 

para saber de qué manera atravesará mi alma.

Voy a quitarle la mordaza que se encuentra a la altura de mi garganta.

para que no se enquiste

para que no me ahogue

para que ningún grito expulse agonía.  

 

Porque nada pierde sentido

enamorarse de lo que te mata

o convertirse en camicase

por aquello que querías.