¡Amor! otra latitud
Apareció como una diosa
en un cuadro
que embellecía el lugar,
pero estaba lejos,
una bella como ella
romper el horizonte
tan sólo con detenerse
¡Sola! corre como un viento paralelo
que ha perdido el deseo
de conciliar el sueño.
un gesto escapa sin darse cuenta
y tímida como el sol
cuando se esconde en el horizonte
escapa el silencio
que había alojado en su boca
y aparece la incertidumbre
de las palabras inmortales
que se graban en el corazón
como un sentimiento.
La llamo a compartir conmigo un café,
me acomodo en su vida
con versos y palabras,
sin nada que ofrecerle,
salvo el momento,
hablamos como si nos conociéramos
de mucho tiempo,
como si el cuadro donde la vi.,
por vez primera
lo hubiese tenido colgado en mi mente.
Nos enamoramos
solo con su mirada y la mía,
sentíamos el aroma de unas rosas
que ella en sus manos había sostenido
y pensé que ese encuentro
podría ser nuestra única historia.
pese a los latidos de un corazón herido,
mantiene el perfume de esas rosas
sin espina que un día se posaron
en sus manos de diosa
que el aire construyó entre el camino,
y la luz divina
de la “Luna”
Autor: Hernán R. Cornejo Véliz