Esta arrepentida en vida una dichosa
La joven se escapó de ingrata celda,
Que dio comodidad de la conserva
El ánimo y las ganas caprichosas.
Empujada ante selvas primorosas
Se lanza sin temor cual ruda inerte,
Así como se cuela la corriente
Andando entre las sierpes espantosas.
Anduvo sin pensar en cruel peligro
Que esquiva en la maldad las milagrosas
Los rezos de mentiras calumniosas.
Parece que en su fin bastó la cosa
Llevando sin temor su traje negro,
Que sirve al tafetán que vio su suegro.