Pasos viajan sordos,
miradas en la poesía
azules para no perder pista,
ojos azules que son eternos,
dichoso el que tiene su par
para mirar en las Lunas llenas
que se ven de Júpiter para acá.
Abismos silenciosos
que se esconden en el corazón
del portador de ojos azules,
cantan siempre la misma canción;
con la misma voz de conquistador,
dejando en ruinas al enamorado,
a la enamorada y al enamorador.
Corazones banales,
crean agujeros en el cielo,
sobre todo en el pecho,
de aquel que ve ojos azules,
para su perdición.
Es la droga magnífica,
florece en esos ojos,
en esos lagrimares brotan la risa,
el amor y todos sus aristas,
crece allí en esa mirada
la seducción, el placer y el deseo,
aunque siempre ruinas dejan,
trozos de corazones hechos polvo
que se esparcen ante la Luna verdadera.
Ojos azules que son poesía,
ojos eternos que destrozan la vida,
en el desamor dejan la rutina,
en la costumbre dejan la ruina.