El adiós que no te di
lo llevo clavado en el pecho, como clavos oxidados,
que me intoxican la piel.
me asfixia cuando respiro, son piedras... y son hiel.
es un crepitar de recuerdos, que se baten como ropa en la secadora.
El pleno dolor de aborto de aquel cariño sincero,
de niños pegando brincos, de una vida de recuerdos.
Partes de Maiquetia y me desangro entre letras,
de un adiós que no te di.
veo que alzaste el vuelo y me vas dejando aquí,
estoy sumida en recuerdos
de un adios que no te di.
espero decirtelo pronto aunque te vea partir,
cargada de ropa y de sueños, una vida por vivir.
Me dejas el alma herida, por un pais que no te di
me abandere en la esperanza de luchar por mi pais
por no tener mas amigos, que el aeropuerto despedir,
cruz diez ha visto tantos lamentos rotos
que hasta los mosaiquillos de sus pisos quieren huir.
No me duele que te vayas, sino el que ya no regresas
a esta selva de cemento, que hoy yace entre las balas y presa,
mientras que en la resistencia siempre a diario nos matan.
el adiós que debi darte era mi cariño y amor
un adiós de vuelve pronto
y no uno de temor, por que capaz ya no vuelvas
si sigue esta situación.
espero que entre las lágrimas que te mojan el colchón,
encuentres algún motivo para no decir adiós.
Betzabeth Jaramillo.
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