Tú no sabes que yo encuentro tu rostro en todo rostro,
que escucho tu voz en cada sonido,
que me muevo entre las horas
pensando en tu risa
y cierro los ojos queriendo soñarte.
Tú no sabes que aquí, en donde me encuentro,
me abandona el alma que sale a buscarte,
que me asaltan las dudas
y el pensamiento no piensa más que en hallarte.
¿Qué otros aires te llenan de vida?
¿Qué otros ojos te pueden mirar?
El tiempo se alarga y se tiende.
Me envuelve de horas cansadas
que asfixian mis ánimos como un smog invasivo, poluto.
Camino entre días incoloros,
monótonos de sol a sol
de sombra a sombra.
No hallo arte que me conmueva,
no hay emoción que me contenga.
Existo como arrojado al mundo,
como de fábrica, desconfigurado.
La vida me queda como un pasatiempo y tú no lo sabes.
Y te lo digo y no lo sabes.
O talvez, simplemente, no se como explicártelo.