Cuando llega el momento de escribir mis inspiraciones o recuerdos, siempre utilizo mi pluma estilográfica y la acaricio con mucha ternura y cariño, es mi fiel compañera desde hace muchos años.
Es como se escribiera los mejores versos de amor en la suave espalda de una mujer con las yemas de mis dedos, acariciar su cara sus senos o besar su boca, todo se hace muy despacio y con la misma dulzura, al igual que en el papel escribo con mi pluma.
Siento el mismo placer cuando escucho las melodías de los violines, el sonido de los pianos, el llanto de una guitarra cuando se acarician sus cuerdas y los gemidos apasionados y amorosos de una mujer cuando estamos solos los dos.
Todo tiene sus momentos, sus horas y por supuesto la sincronización del uno al otro, para mí eso es pasión y placer, lo único que me pueda complacer es que mis poemas y escritos en sus cuerpos los sintieran dándoles cobijo en un lugar del corazón.
© José Cascales Muñoz
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11 de Julio 2017