"¡Hazte a un lado cabrón!
ahora te tocó a tí"
-mostrándome una pistola
que apuntaba a mi vientre.
"Súbete rápido y revísalo bien"
"mira cabrón mi compañero
trae otra igual, y el otro también
¡cierra los ojos, las manos en los huevos!"
Me están asaltando -me dije-
y en segundos me preparé
para una larga jornada
con golpes y todo.
"¡A ver tu celular!
¡no subas las manos!
¿cuánto traes cabrón?
¡dínos la neta, sino aquí te quedas!"
"¡Dáme tu cartera!
¡que no abras los ojos!"
"guey revísalo bien"
"¿cuánto traes cabrón?"
"A ver, fíjate bien, cuál es tu nip
díme la neta cabrón"
-mostrándome en corto
mi tarjeta de débito
"¿Cuánto tienes en esa tarjeta?"
-el taxi seguía volteando a derecha
"¡las manos en los huevos cabrón
no abras los ojos!"
El taxista que tomé cerca de casa
me estaba asaltando con dos compañeros
que después habían abordado
yo no estaba asustado.
Me dí cuenta que ellos estaban
más nerviosos que yo
el tiempo pasaba en mi mente
más lento que en ellos.
Hoy día de las madres
el taxista me había preguntado
"¿a dónde llevó a su jefecita?
yo la llevé a desayunar a la Marquesa"
Qué rica sopa de hongos
hacen ahí -le dije yo-
No, yo fui a Michoacán ayer
allá comí con ella -le respondí-
"¿Qué dirección tiene tu IFE?
¡que me digas la neta, cabrón!
dáme un apellido tuyo,
uno nomás, ¡manos en los huevos!"
"Apúrate guey, sácale todo"
-le dijo a su compañero
el tiempo avanzaba
para mí no-
"Vamos a dejar a'este guey
¡apúrate cabrón, revísalo bien!"
-mientras me ponían mis papeles
y todo en la bolsa de la camisa.
Mi celular no es celular -les dije-
Ahí sólo tengo direcciones
-y sentí que algo más grueso
en mi camisa ponían.
"Cabrón, fíjate bien" -me dijo-
"vas a caminar y no vas a voltear"´
"órale guey, ya bájalo aquí
apúrate guey..."