Carlos Ramos

Mis eternas alegrías

 

No quiero emotiva despedida
Ni promesa de un reencuentro,
Tampoco quiero verlas
Con sus tristes y acaudalados ojos
Empapados en nostalgia
Y sus labios 
temblantes de razón.

 

Por ustedes, mis amigas,
Quiero anclarme en sus sonrisas,
Recoger el bello ramo
De alegría de sus rostros
Y mantenerlos conmigo,
Siempre conmigo,
Sin marchitarse nunca,
Fructíferos como siempre.

 

Por ustedes, mis amigas,
Quiero besar a la suerte,
Esta brillante suerte nacarada
Reflejando su diáfana compañía
En la ternura de mi pecho.

 

Y con ustedes, mis amigas,
Quiero tomar la mano
De un futuro dichoso
¡Ah! Y nada más dichoso
Que tenerlas a ustedes
                                         como mis queridas
                                                                            amigas.