¡ Mira que hay que ser burro...! O burra
nos decían de pequeños, cuando nos
equivocábamos en algo, sinónimo de
torpeza, y nos ponían orejas de burro
en la escuela...Bendito animal, con
las lecciones que enseña, sobre todo
trabajar y trabajar, será por no haber ido
a la escuela...Enganchado al arado o
dando y dando vueltas a la noria, para
sacar el agua, para llenar la alberca
tambíen traía cargas de leña seca para
calentar la casa y hacer la cena y como
disfrutaban los niños, subidos en su lomo
yo le tengo cariño, era dócil y bueno
amigo del hombre, y compañero de
fatigas, no se valoraba su esfuerzo
a veces no se le trataba como se debía
pero no se quejaba, nunca tube ninguno
me hubiese gustado, serie mi amigo
ya van quedando pocos,ahora los
tienen en los zoológicos como especie
protegida, con los que hay sueltos
por la vida...