Desnudos estamos
frente a frente
no hay palabra que valga
pues nuestras miradas
parecen decirlo todo.
Nos miramos fijamente
haciendo que el brillo de nuestros ojos
sea envidiado por el de la luna
juntamos nuestros rostros
nariz con nariz
boca con boca
mientras mis brazos
cincelan en ti un fuego eterno
no llevamos prisa
nuestra música es despacio.
Un beso hace detener nuestro mundo
beso sincero, con aires de apasionado
mis manos dibujan figuras por tu espalda
y el palpitar comienza a emerger de
nuestras entrañas
mientras la temperatura asciende en nuestro entorno.
Mis labios se internan en tu cabello
en tu frente
en tus mejillas
en tus orejas
en tu cuello
hago estelas de humedad
que avivan a tus poros
nos besamos intensamente
tu cuerpo me dicta el protocolo.
Mis manos deambulan por tu rostro
navegan por tu torso
sin dejar de besarte
de abrazarte
te hacen sentir que mi pecho
vibra con el tuyo al unísono.
Nos recostamos lentamente
entre sabanas de seda
el viento mueve a las cortinas
para espiar nuestra hazaña.
Mis labios se internan en tus montes sagrados
donde oran en la liturgia de la pasión
bebo agua de esos cántaros
intentando saciar mis próxima sed.
Beso tu vientre
con arte de maestro
guión de poeta
y precisión de matemático
que acompaño con un vientecillo fresco
que nos contactan a sublimes planos.
Beso tus piernas
intentando no dejar territorio casto
veraz que facilmente
convertimos un segundo en mil años.
(Qué?!, ¡era un sueño!, bueno no se por cuanto)