Este es el cantar de la casta, la imposición de la inferioridad a los pobres. Código de la higiene social para ninis, canis, chonis y masas obreras. Gran oda a la humillación. Investigación sobre la irracionalidad , la desesperación de ser , el nihilismo de existir , la agonía del poder y del deseo.
Soy yo roto atravesando en la noche el cristal donde se refleja la luna lleno de miedo, y descendiendo sin brillo a la nada. Tengo miedo de perder la esperanza de amar. Tengo miedo de ver mi vida bajo la ley, la moral y el orden. Creo que será peor el futuro que viene que la muerte.
La luna de los chandalas, la voz de la casta, la dominación las masas, hail.
I.
Golpeó la luna a la imaginación de piedra, donde habitan los cuerpos de cobre y estaño echados en el suelo del establo.
Fregó con su brillo la luna los ojos de viejos reyes mojados en sueños por los ríos donde fueron expulsados de todos los reinos por donde pasaron. Por eso al despertar, hablaban medio locos y borrachos, como mendigos entre las ruinas y las fuentes.
Allí estaban juntos, donde se dan las hondas caídas de la dignidad y el alma impuestas por la fuerza de la ley, la costumbre y la moral.
Llegó la luna al sentimiento paralizado, al rostro inerte como losas. El corazón se hizo redondo blanco y blando con forma de collar, cuando una cabeza de chandala que buscaba la luna entre las vacas, se alzó de su sucia alfombra hecha de paja y boñiga de vaca. Sus pobres tinieblas se helaron, al contemplar en la ventana del establo junto al viejo molino de arroz, la luna sobre sus parpados.
Qué extraño es verte tan cercana, tan brillante, Oh Luna, sobre los establos de los chandalas.
¿ qué buscas entre estas indignas castas? Aquí no hay ningún emperador que quiera hacerte suya. Los gritos son negros como la noche. Las vidas oscuras y estrechas como las grietas. Los sueños son barro . todo es pecado, la vida es un espanto. Nuestros ojos son privados de verdad. No hay nada que comprender, más que el antiguo testamento. Estamos juntos, pero somos desleales los unos con los otros. Nos herimos como animales por un quítame allá esa paja. Un momento de alegría es tan culpable como el incesto. Nos movemos al arbitrio del poder. Hacemos sonar nuestros resortes y cadenas ante nuestros dueños con alegre ritmo, como el dong del emperador.
Oh Luna, arranca tu ancla de esta vieja ventana, presiento la muerte.
¿ No ves en el establo lo que hay?
Casi hombres una raza degenerada guardada entre las vacas. aquí dormimos juntos los chandalas dentro de una hoguera. Somos cenizas para la ley. Hombres de carbón que se deshacen cuando los prenden. Solo servimos para arder. Nuestra casta ha sido creada para ser dominada. Tengo vergüenza de verte, brillas demasiado, como una mujer dura y lúbrica de otros tiempos, a la que amar con pasión.
La luna se apartó de la ventana olvidando un rayo apoyado. Lo besó con amor el chandala, dejando en sus manos un reguero de leche blanca que llevó a la boca para adorarlo. Al verlo de rodillas orando y chupando aquella leche prohibida , sus compañeros lo asesinaron.
Angelillo de Uixó.