Una compañía de actores se ofrece a ancianos
solitarios para hacerse pasar por familiares,
no sabemos quien juega con quien.
Los ingleses hacen el amor acompañado
de una balada de éxito, supongo que para
no escucharse, cuando el hombre consigue
pisar la luna con su esfuerzo e inteligencia
un 15% de la humanidad lo pone en duda,
porque esto rompe las fronteras de la poesía.
Nadie sabe que piensa el anciano. Todos
saben cuanto tienen.
Nadie escucha la música eterna del coito
entre dos seres que se aman, es demasiado
ordinario la acallan con la balada.
Hay que acallar la espontaneidad, preferimos
vivir en la luna imaginaria antes que admitir
la evidencia de los sueños que se cumplen.
Que dure la felicidad.