Me pides cuatro cuartetas,
me pones en un dilema;
porque escribirlas completas
improvisando algún tema,
es cuestión de ritmo y rima,
–en verdad, cosa de locos.
Con un metro y una lima
retocar, limando un poco,
verso a verso, con prudente
moderación y cuidado,
hasta que al fin, sabiamente
se encuentre todo arreglado
sumando líneas diversas,
todas limpias y completas,
de octosilábicos versos
tenga ya cuatro cuartetas.