EDUARDO FAUCHEUX

LA MAYORÍA

LA MAYORÍA

 

Hoy me pongo a pensar sobre los gobiernos,

esos, que convierten la vida en fatales infiernos...

pienso, reflexiono, cómo es posible que, hoy, todavía,

arruine nuestra merecida felicidad, una tonta mayoría.

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Existe un viejo y sabio refrán que reza, inteligentemente,

que cada país tiene el gobierno que merece su gente;

aunque no esté de acuerdo, por ser de la minoría,

soy esclavo de la fatal ignorancia de la mayoría.

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Y es que nadie se da cuenta... nadie se percata...

por qué sería necesario un Poder que solo acata

las oscuras directivas de ciertos Monstruos Infernales

que no les importan los supuestos \"intereses nacionales\".

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Pero en una sociedad que cree que \"se las sabe todas\"

y que cada uno supone que es especialista en modas,

en religión, deporte, economía, política o tecnología...

son todos solo marionetas ¡de una ignorante mayoría!

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Ilusionamos con promesas incumplidas de vidas mejores,

de ser mayores potencias mundiales, de gozar de mil favores,

de defender la paz mundial y conquistar vastos cielos siderales,

de atacar a un \"demonio que corrompe\", de destruir los capitales.

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Porque muchos creen en los discursos estudiados y verborrágicos,

porque idealizan la estupidez del patriotismo, que parece mágico,

algunos habitantes, en cada una de sus naciones ideales, sostienen,

que, como la religión, todas las demás son peores, que no convienen.

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Y así, estos, son llevados por los Monstruos, de sus narices,

como unas bestias de carga, sufriendo sus vidas, infelices,

y sus gobiernos, títeres corruptos, en alianzas convenientes,

obedecen a los Monstruos para defender intereses malolientes.

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Entonces, ellos se esfuerzan en hacernos creer en lo que creemos;

que nuestra Madre Patria ¡con valor y heroísmo la defenderemos!,

que por ella seremos capaces de luchar, matar y morir con dignidad,

que por un dios supremo, abstracto, mereceremos ¡el cielo y la libertad!

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Y los valientes, cuerpos caídos, envueltos en respetable y honrosa bandera,

que como grandes héroes dignos que dieron su vida por la Patria que espera,

seguirán, inútilmente, esperando que un futuro despierte en sus tumbas frías,

para que ese futuro no dependa de la cobarde ignorancia ¡de una estúpida mayoría!

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Eduardo Faucheux

14-07-2017