como aquellas nubes blancas
arrastradas por el viento,
asi son nuestros dias
en este mundo perverso.
pasamos sin penas ni glorias,
dejando un sutil rastro
que desdeña la memoria,
y que el tiempo va borrando.
solo somos un trozo de nada
en la inmensidad de un todo,
un eco mudo y triste
que agoniza en el silencio.
todo pasa, y nosotros tambien pasamos,
somos riachuelos que pasan
por el puente atroz del mundo
que que cobija nuestra utopia en su seno.