Es hora de descansar
Mi vida entera han sido derrotas
Llegué hasta donde no imaginas
Me hice adicto a la soledad
Incluso al viento forcé a hablar
Mientras más pienso que lo hice todo
Me siento tan vacío
Como si no hubiese hecho nada
Avecés galanteo a la sagrada muerte
Me escolta a donde voy
Pero no me puede alcanzar
Pero sé que algún día me encontrara
Ella reclamara lo que es suyo
Y me llevara a aquella triste eternidad
Allá donde no hay seres buenos ni malos
Donde la claridad no existe, donde gobierna la oscuridad
Donde no hay un divinidad, en que creer
Donde todo es sombrío y nefasto
Donde nada es real
Solo es una somnolencia de la que jamás volverás