Bajo el cielo azul nos vimos por primera vez
Y supimos que había nacido un gran querer
Confiaba en ti pues allí sentí nacía
Mi pureza de mujer te pertenecía
Noches después me despoje del cuerpo
Carne que ha de deshacerse un día
Para mostrarte mí adentro
Lo que realmente importa, mi vida
Te mostré mi luz,
Que se dispersa si no la miras
Te deleitaste con asombro
Aun con tus ojos cerrados, mi vida
Te desvestiste de tu piel blanca y lisa
No te diste cuenta que ya éramos uno, mi vida
Me preguntaste incrédulo
Por ese hilo que nos ataba en cintura
Que aun desnudos te sentías seguro
No te percataste mi vida
Que era nuestra alianza divina
Y moldeaste mi silueta con tus manos de acerina
Mi luz tiene más fuerza si se une a la tuya, mi vida
De aquella energía regocijaste tu existencia
Alcanzamos la pureza, la entrega infinita
Como imanes nuestras almas aun siguen unidas
Aunque tu estés muy lejos y yo ya no esté en vida.