Mi patria es la tierra,
el azul del color
y el olor de la flor.
Es una sola primavera.
Nada de banderas,
ni trajes, ni esas cosas,
que usan las hileras
de sombras numerosas.
Mi bandera fue un sol
entre dos celestes cielos.
Mi sangre fue de español
entre diferentes suelos.
Nada de nuestras banderas
ni escudos, ni diferencias
ni dolor, ni fronteras.
Ni amor por nuestras creencias.
Mi patria es un corazón,
el rojo del humano.
Y el amor del hermano,
de una noble pasión.