Quieto mi corazón está en barbecho
y un tiempo no verá ya florecer
la semilla de amor que se ha deshecho
entre los surcos de mi padecer.
A la par con mi alma vamos jalando
la yunta que abre zanjas de amargura
y con mi llanto voy fertilizando
mala hiedra que se engendra en mi locura.
Pero en medio de toda mi aridez
abrió sus pétalos una Violeta
que inquieta, del barbecho hizo un jardín.
Quise cortarla... ¡Crasa insensatez!
es milagro que a mi alma desagrieta
la flor que a mi tristeza… ¡Puso fin!
RECORDANDOBUENOSYBELLOSMOMENTOS
©Violeta