Violeta tuvo su tempo,
se la ve lozana y bella,
todavía brilla su estrella
mas, se consume a destiempo.
Ya no corre tan aprisa
como es que antaño lo hiciera,
pero sigue siendo fiera
y en su zarpazo es precisa.
Su mirada es fresca brisa
y es su ternura adorable,
por demás; es muy amable
y hasta diría que sumisa.
No le busques las cosquillas
ni la saques de su entorno,
o sabrás lo que es un horno
que te abrasa las costillas.