Carlos C

Fragmentos poéticos

SILENCIO

Silencio ven a mí, te lo suplico,

que me hiere su risa cristalina.

 

Silencio ven a mí, que sus palabras

aún escucho vibrando en mis oídos.

 

Silencio ven a mí, porque en la noche

su aliento suena breve en mi recuerdos.

 

Silencio ven a mí, que la locura

amenaza a mi mente enfebrecida.

 

Y no quiero sufrir esta tortura,

y no quiero vivir esta agonía.

 

Silencio ven a mí, te lo suplico.

 

PORQUÉ

 

Explícame mujer —si acaso puedes—

porqué tanta ternura, tanto ensueño.

Porqué tanto amor, tanta congoja,

porqué tanto dolor, tanta agonía.

 

Explícame mujer —si acaso puedes—

porqué debo de amarte, si a porfía,

trato con toda el alma de olvidarte.

 

 DUERME

 

Duerme ángel mío,

que velando cuidaré tu sueño.

No importa que no duerma,

si cuidándote me siento más tu dueño.

 

MÍA

 

A todo lo que amamos,

por costumbre, llamámosle nuestro.

Si el amor, de propiedad nos concede el derecho,

entonces, tú me perteneces por entero.

 

CULPA

 

Deja que el sueño llegue a tus pupilas

y vele el brillo del amor que esconden.

Porque cuando me miras, me tortura

el sentimiento de culpa indefinido,

de amarte menos de lo que corresponde.

 

Alt Wander 1970