Izandro

Peleador

 

Caído ante el adversario,

Siento el dolor, la angustia, y la gran pena de ser vencido, Entonces levanto la mirada, y en ese ligero instante,

Mis sentimientos se vuelven mi alimento,

Miro a mi adversario al frente, y me pongo de pie;


¿Seré hoy el vencedor, o seguiré sintiéndome herido?


Es ese el decisivo momento, donde el honor y el pundonor,

Me hacen fuerte nuevamente,

para luchar, para sentirme vivo y dar mi último aliento,

con una sola idea,

La de jamás… darme por vencido.