Es la tristeza una copa, que se posa dulcemente,
se alimenta de tu fuente, muy suavemente te arropa.
Se apodera de tu mente, de su barco eres la popa,
Como una droga te dopa, saciándote de su fuente.
La alegría es esa ropa, del disfraz de nuestra frente,
presumiendo de valiente, sobre céfiro galopa,.
Se viste de sol caliente, reparte flores de estopa,
sobre abrigo que se empopa, del engaño de la gente.
Los altibajos castigan los corazones cansados,
esperando que la calma les abrace la cintura,
entre esperanzas y sueños de atardeceres dorados.
Respiro profundamente con calma ya sin premura,
¿será quizás el secreto, saber estar bien centrados?
no dejemos arrastrarnos a una mala calentura.
Dolores Egea ( Lolaila)