Escuchar tu voz, fue una gran melodía.
Tu aliento me acaricio vida mía.
Tan dulce como la poesía
siempre anhele tu voz bella
que llega a mis odios
con eco de cortesía.
perderme en el sonido de tu voz
es como una tarde de armonía.
La escucho en cada pensamiento
y recordar es mi sutil sufrimiento.
tu voz es mi razón en cada emoción.
Me colma de pasión; tu susurro
dulce amor, volviéndose dentro de mi
tan amargo pero... A la vez
tan necesitado, envolviendo mi amor
en un meloso clavo.
Los recuerdos son el calor desenfrenado
recordando tu voz, es una melodía que
entro en mi, con un delirio de lujuria
desbastados bajo la lluvia.
Me lamento no poder frenar
los escalofríos de tu voz,
y tener que sanar
los pedazos de mi corazón.