En el silencio de mi habitación,
retumba tu nombre.
en el calor de mi cuerpo,
queman tus labios.
en la llanura de mi mano,
siento tu ser.
Tan lejos los dos
y aún así vemos la misma Luna.
Le contaré cosas al oído
para que te susurre mi nombre.
Guardaré todos estos besos,
que son tuyos.
Sellaré esta boca,
que sólo a tí te nombra.
Sostendré todos estos abrazos,
que te anhelan.
Guardaré todo este cuerpo,
que te desea.
Porque has calado
en lo profundo de este corazón roto.
Con dulces versos,
iluminaste el callejón de mi alma olvidada.
Con suave voz,
me leíste el mejor de tus poemas.
Y sin saberlo,
me has enamorado.
Pero no te tengo.