Siendo la mismísima divinidad,
Siendo venus en su forma mortal,
¿Será posible que me llege a amar?
El alateo de tus sueños,
El vuelo de tus pesadillas,
Asolan toda tu imaginación
Y el brillo de tus deseos resplandece en mis mañanas.
Una historia me gustaría formar,
Donde seamos las páginas,
En las que por mucho que se escriba,
No se acaben jamás.