Hermes Antonio Varillas Labrador

Mi obsequio de cumpleaños - “Volviendo a transitar por singulares lares de mis raíces”

De Mi Humilde Porsiacaso Para Tu Consciencia “Volviendo a transitar por singulares lares de mis raíces”

 

En esta oportunidad no he de decir, “De Mi Humilde Porsiacaso” Sino “De Mi Humilde Chácara...”  

 

“A San Antonio de Pregonero”  

 

El variado y humilde relato

que a continuación les presento

entre prosa y poéticos versos

entre actualidad y recuerdos

es el despertar y cristalización

de añejos sueños y anhelos

como homenaje merecido

con mi endeudado talento

al uribantino y bendito suelo

de San Antonio de Pregonero.  

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La dinámica de los pueblos va a la par con los cambios inevitables que para bien o para mal se dan en un determinado espacio geográfico de acuerdo a la imparable marcha del arcano tiempo.

Vuelvo a mis raíces, a caminar con una mezcla de nostalgia y a su vez orgullo por la calles de Pregonero, un pueblo al que dejé atrás hace unos cincuenta años, cuando apenas era un mozalbete, pues eran tiempos en que las condiciones en esa apartada comunidad no presentaba mayores oportunidades para sus hijos, quienes para poder estudiar y acceder a un título universitario debían emigrar hacia la capital del estado o hacia otras grandes ciudades, así lo entendieron nuestros padres y abuelos, por ello, fueron muchos los hijos de Uribante que emigraron por tal razón.

Sin embargo es evidente que nunca hubo desarraigo, es decir, en el progreso y avance de esta muy apreciada comunidad hubo interés al no pasar por alto eventos significativos como la construcción de la represa en el ámbito del municipio, o los famosos reencuentros de hijos, y ello me impulsó y motivó a realizar cortas visitas muy fugaces, pero en fin, como un saludo para decirle a mi tierra natal, acá estoy presente.

De la última visita habían transcurrido aproximadamente 30 años. No con esta introducción quiera este servidor hacer notar que me siento como un extraño, o que este pueblo de infinitos afectos me vea como tal, si hay algo importante que valorar en Pregonero es su trato muy cordial, muy amable y de mucha confianza de su gente a propios y extraños. Escribía acerca de Pregonero una corta anécdota que escuché de labios del profesor Gabriel Ugas, acerca de la transculturización que sufrió y se operó en el gentilicio...

Notable y muy característico era el saludo del pregonereño antes de la década del 60 o 70, “Épele cómo está el amigo... Y a usted cómo le va” que fue sustituido tal vez por esnobismo o por inconsciencia por un “Ma qué dice, cómo está la sua casa y la sua mama”, proceso de transculturización que recalco fue muy notable en vista de la lejanía y dificultad de acceso de Pregonero a las influencias de San Cristóbal o de otras grandes ciudades, y así como esta anécdota, otras que son simbólicas, verbigracia, la que les comenté del amigo y poeta Antonio Mora en otrora oportunidad es también digna de recordarse... y que dejan evidencia de la preocupación por la historia y el quehacer en este municipio de mis afectos. Me permito transcribir totalmente el texto:  

“De la inundación de Potosí, sólo un barullo. Una anécdota digna de contarse”  

Cuántas cosas y eventos qué contar sobre la aldea Potosí a la que muchos ya consideran un pueblo fantasmagórico, que aparece tras las largas sequías que han azotado a Venezuela, y luego desaparece mágicamente en temporada de lluvias, bajo las aguas de la represa Uribante-Caparo,… “La Atlántida del Táchira”, se me ocurrió un día bautizarle un poco para emular y acompañarle con su vecina ciudad de La Grita, denominada “La Atenas del Táchira”, de la cual fueron localidades de un solo distrito, hoy dividido en dos municipios Jauregui y su segmentado Uribante.

Sobre tantas anécdotas ocurridas en esta pequeña pero hoy muy visitada y turística aldea, que pocos se han dignado en rescatar para los anales de su historia en el tiempo, en una oportunidad me enteré y hasta me inspiró el trabajo que realizó un amigo de la península itálica quien quiso recabar en una muy especificada y significativa lista, los nombres y apellidos de todos quienes de una u otra forma habían contribuido en sus diferentes tareas a la construcción de la represa, su nombre: Giuliano Barbonaglia. De tal labor muy encomiable y en una consulta etnográfica en conversaciones con amigos de la tercera edad, y perdonen la distancia, entre los que puedo citar a cronistas y poetas, pude oír la siguiente versión que es digna de referir. En entrevista en una conocida panadería de la ciudad de San Cristóbal, donde se reúnen frecuentemente algunos de los miembros de la peña literaria “Manuel Felipe Rugeles” de escritores tachirenses (con 57 años de vida, más antigua de Venezuela), según relato del poeta uribantino, humorista y tocayo Antonio Mora, el proyecto de construcción de la represa data para el momento de erigirse, de al menos dos décadas atrás.

Sin embargo, pocos fueron los vecinos que conocían exactamente el aciago destino de la aldea, no así un cura párroco que en efecto conocía los pormenores, en sus viajes a la capital en sus entrevistas con altos funcionarios del gobierno. El cura párroco en cuestión, con la viveza criolla que caracteriza al venezolano, y en aras de sacar provecho de tal información por pocos conocida, se dedicaba en sus homilías a sembrar de miedo y terror a cuanto incauto escuchaba su muy bien urdida premonición.

Destacaba que las aguas de sus dos ríos, el río Puya y río Negro, unidas a las del Uribante anegarían la región, versión que fue cogiendo fuerza a la sazón, mientras el muy bien informado cura se aprovechaba de la ocasión, comprando tierras a diestra y siniestra, o como decimos en lenguaje coloquial “a precio de gallina flaca”, ante un eventual éxodo y forzada desocupación, con la intención de “engordarlas” y hacer un negocio lucrativo que le redituara una fortuna. Y pasado un tiempo, casi veinte años, los vecinos de Potosí que aún quedaban pudieron comprobar con la construcción de la represa que era cierta la premonición pero no como anunciada vaguada, como desastre natural, ni muchos menos naufragio o inundación, la acción ya venía proyectada en un ambicioso Plan de electrificación.

De la historia contada es aleccionador su final como colofón, pues lo cierto del caso, es que el cura párroco de las tierras compradas, no pudo usufructuar ni media hectárea, ni un acre de tierra vendió, en razón de su ubicación, las mismas estaban en la parte alta del pueblo hacia donde el agua no llegó, y en el programa de pago de bienhechurías la empresa CADAFE no las incluyó. Moraleja: Producto de la desmedida ambición, se pueden ahogar anhelos y aspiraciones, al pretender sacar provecho competitivo de secreta información, pues de una artera confusión creada lo que podemos heredar, sólo barullos en cuestión.  

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Retomando el relato… Esta nueva visita “no de médico” a San Antonio de Pregonero, gracias a la invitación de uno de mis hermanos mayores que decidió celebrar sus nupcias y quiso reunir a todos sus hermanos en tan importante evento de lanzarse el lazo al cuello, o como decimos en el coloquio muy cotidiano, legalizar su concubinato luego de muchos años.

Un viaje hacia Pregonero desde los llanos de Barinas algo incómodo y con algo de contratiempo, con un conductor de la unidad de transporte “Expresos Barinas” unidad 77, quien en un acto de imprudencia y faltas graves a las leyes de transito se dedicó a hacer poco grato el viaje al manipular su celular de forma insistente a pesar de los justos reclamos y observaciones que hizo reiteradas veces este servidor en clara advertencia del peligro a que nos sometía de ocasionar un accidente trágico con su acto irracional y desconsiderado, sin embargo, gracias a Dios llegamos a salvo.

Dejando al olvido el anterior impasse, en este relato que escribo destaco algunas notas interesantes que tal vez sean obra de una muy afortunada coincidencia, el mismo día de mi llegada coincide con las notas de las campañas que sincronizadas al reloj nos regalaban en horas de la noche o temprano de madrugada el anuncio del fin e inicio de una culminada o nueva jornada, las mismas tenían varios meses silenciadas...

Hago mención de esta coincidencia, que no quiero catalogar como azar, sino una muy curiosa causalidad,... causalidad y no casualidad que esa misma noche reflexionaba en casa de mis anfitriones acerca del fervor católico del chácaro, con sus dos hermosas iglesias San Antonio de Padua y Nuestra Señora del Carmen (en dos días estaremos conmemorando el Día del Carmen), quienes brindan protección a este histórico pueblo cristiano. Casualidad no pudo ser, comentábamos que por la férrea oposición a la tiranía de Juan Vicente Gómez, este decidiese bombardear el pueblo y un manto de neblina no permitió que los aviadores pudieran dar con el indefenso blanco... Pasajes de la historia que recordábamos casi hasta la medianoche en un ameno compartir del gentilicio chácaro... Una nota aparte merece la mención del famoso dulce entre los chácaros que denominamos “currunchete” del cual hago mención en otra anécdota a manera de poema:  

“Algo de mi niñez”  

No sé cuál fue el detonante

pero de pronto esta mañana

inicio del mes de noviembre

se me vino a mi memoria

de manera fugaz y recurrente

tiempos perdidos a lo lejos

apenas con cinco años contaba.

Como si fuese un claro reflejo

recordé casi con asombro detalles

de mi infancia pasada

en la rural capital uribantina

Pregonero, campiña nublada

arrullada por aguas de un río

solo dos edificios destacaban

en construcción para la época

el Colegio de monjas para niñas

y la sede de una entidad bancaria.

Al descuido de nuestros adultos

clandestinas reuniones nocturnas

cual pilluelos enfrentado un reto

en la segunda edificación no acabada

compartíamos allí infantiles secretos

que emoción producía cada velada,

de nosotros uno hacía de vanguardia

para que el celador no nos pillara.

Era una especie de casa de ladrillos

con nuestro ingenio levantada

tenía ventanas a los costados

fungía como tienda de campaña.

Compartíamos allí el “currunchete”

preparado por nosotros mismos

con ingredientes de casa hurtados.

Esas eran reuniones de altura

en el pueblo habían pocas moradas

que tuvieran un segundo piso

y grupo de niños pueblerinos

con indómitos sueños en marejada.  

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* currunchete: Dulce típico de los Andes venezolanos, preparado de manera muy fácil con dulce de papelón, llamado también panela, y, mezclado al fuego con trozos de queso, pan dulce o tostado y en algunos casos miche callejonero.  

Seguidamente para cerrar el relato con broche de oro, una compilación de otros tantos poemas dedicados a esta tierra feraz de incansables labradores:    

“Corrientes del río Uribante”  

Caudaloso rio Uribante uno de los caminos que andan de tantos que hay en mi Patria para llegar a una parranda. Por donde bajan los gochos rumbo a los llanos de Barinas lo dice en su canto el Cubiro ¡Uyyys!, libando en una cantina.   Rio Uribante majestuoso que muy presuroso acudes desde las altas montañas al encuentro con el Apure   En Pregonero eres fuente del potencial hidroeléctrico y discurres hacia la sabana en un trayecto kilométrico.   Recuerdo las veces que pasé por el puente hacia la Vega camino hacia La Cañabrava en tiempos de arroba y fanega.   Río Negro, Puya, Quinimarí, Torbes, Chururú y Doradas son muchos tus afluentes entre riachuelos y quebradas.   Quiero bañarme en tus aguas y poder pescar en ribazón en mi canoa de madera de cedro y noble corazón.   Por Puerto Vivas en dirección a la unión con el Caparo saludo a vecinos del Cantón con Guacas cerca como faro.   Ya voy llegando al destino con el Saravena confluencia de ambos nace el Apure con legendaria querencia.   Torrente y caudal tachirense con una historia itinerante con gran respeto te escribo corrientes del río Uribante.   Disponible en: https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10210751880127554&set=a.10210751215630942.1073741886.1066336291&type=3&theater     “Potosí: La Atlántida Del Táchira”   Érase de un pueblo adormecido que me dejó honda e imborrable huella otrora aldea rural, alegre y bella la recuerdo en mi niñez y no la olvido   En cumbres; Potosí, de luces y de estrellas de agua cantarina en riachuelo descendido bañando feraces tierras en su recorrido entre niebla blanca y fría, propia de ella   Pero nuestra estirpe de gente aldeana al despertar, del progreso una mañana recibe la noticia con asombro…   Le han de construir una represa energía y el turismo, más oh sorpresa sumergidos en las aguas, sólo escombros!   Disponible en: https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10200967952455477&set=a.2482404013892.133510.1066336291&type=3&theater       “Un humilde presente a Potosí”   Dicen que nadie es profeta en su tierra sin embargo yo ni siquiera lo decidí y a temprana edad tuve que partir de mi aldea allá en lo alto de la sierra.   Pocos los vagos recuerdos en mi mente de mi otrora campiña feraz, mi Potosí hoy que anhelo y deseo volver hacia allí para llevarle mis respetos y un presente.   Una plegaria y mil gracias eternamente y algunos versos de mi humilde autoría eres mi génesis y en tu vientre moriría Atlántida cuna en el Táchira, aún vigente.   Disponible en: https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10200925510394452&set=a.2482404013892.133510.1066336291&type=3&theater   \"Nadie es profeta en su tierra, y, particularmente si no se es agradecido de sus bondadosos dones.\" - Hermes Varillas Labrador     “Con la cordillera ni comparemos”.   Que me dices de Los Andes de la tierra que tanto quiero donde el caminar es lerdo como lerdos son sus sueños. lento también es el hablar sin tanto alardeo vocinglero.   Recuerdo de la alta cordillera en mis años de mozuelo tradiciones y costumbres y allá mi venerable abuelo de empeñar su palabra y voz como un fiel documento.   Y así como buen labrador memorables los festejos para celebrar la cosecha con el miche callejonero hecho en clandestinidad del gobierno pendenciero.   Y añoro mi campiña feraz muy cerca de Pregonero en el municipio Uribante chácaros de mis recuerdos dueños éramos en Potosí de la niebla y los luceros.   De gran nobleza y rectitud nuestros deseos y anhelos y en la historia aparecemos como porfiados guerreros en contra de la injusticia luchamos por leales fueros.   De ese hombre al de hoy comparable con arrieros es su carreta muy veloz vacía y llena de miedos su soberanía y su dignidad la hallará en el cementerio.   Disponible en: https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10209582607296464&set=a.10208713573211155.1073741879.1066336291&type=3&theater     “Mi casta de potosino como porfíado soñador”     Si eres sensible a la vida llevas dentro la poesía, llevas casta de campeón unida a la musical polifonía,   una bendición ser educador y la humildad es mi maestría por caminos de palma y sol en la Linda Barinas comenzaría;   son mis letras la exposición de lecciones con gallardía, por eso dicen que soy poeta de mi grado recuerdo el día,   fue mi proyecto al jubilarme del aula, no de la pedagogía de lo cual no me avergüenzo al contrario, es mi porfía   el continuar escribiendo sin descanso por las carestías, me prometí que de mi labor no cejaría, ni desmayaría,   sueño con más y mejor educación con acción sin tanta palabrería por consiguiente soy admirador de todo lo que es artesanía artesanos son los campesinos dignos pilares de la economía, mi esencia es de labradores allá en lo alto de la serranía   amasando la feraz tierra en rudas manos la orfebrería de un Potosí con el rumor de ríos en madrugadas frías me imagino a mis ancestros en la labor de la panadería con olor a agreste montaña con gran nobleza e hidalguía,   sólo recuerdos quedan de la Atlántida aldea mía, cuando digo de este servidor eso no es por egolatría, es sólo la tenaz morriña y es causa de mi melancolía.   Disponible en: https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10212075000924747&set=a.10210751215630942.1073741886.1066336291&type=3&theater Inspirado orgullosamente en la frase: “Quiero que mis hijos crezcan pensando que un campesino es un héroe”     “Morriña por mi feraz campiña”   Cierro mis ojos y cuanto no diera por poder hacerlo con mis oídos para no recordar con morriña la antiquísima sonoridad de ciertos escritores y elocuentes oradores leídos y escuchados con avidez y bondad   Morriña siento por ti tierra noble, campiña feraz mi aldea natal, mi Potosí las labores de labriegos despuntando amaneceres hoy bajo un mar de agua cómo duelen tus estertores me infringen castigo severo que es suerte de destierro como el que otrora sufriera Rodrigo Diaz del Vivar.   Disponible en: https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10200967952855487&set=a.2482404013892.133510.1066336291&type=3&theater       “Ya no eres mi lar, mi Potosí”   Mi aldea no era un pueblo gris cuando amanecía mostraba su verdor, obsequio de Gaia bondadosa colmado de flores, fauna, colores y mariposas que cada aldeano con rostro sonriente agradecía.   Circundado de una campiña feraz que dormía en sonoro y caudaloso río de melodía hermosa muchas eran las esperanzas primorosas trastocadas hoy en letal y triste melancolía.   Hasta Potosí se llegaban los caminos con el rudo rumor de pasos campesinos emigrar significó para todos una querella.   Nos sentíamos de la blanca neblina dueños del agua y tibio abrazo de este lar pequeño y el progreso apagó la luz de nuestra estrella.   Disponible en: https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10200967953375500&set=a.2482404013892.133510.1066336291&type=3&theater     “Al 3er Reencuentro”   Sintiéndome casi un extraño llegué temprano al evento todos locos de contentos por la cita en este tercer año aspiro que muchos peldaños podamos alcanzar en unión pues merecen una felicitación los potosinos que cada año se reúnen cual buen rebaño por un Potosí en conmemoración   Grato es recordar con respeto las palabras del cura párroco quien como auxilio y socorro nos exhorta sincero y discreto a renovar la fe como decreto cimentando nuestras acciones dignas sean las celebraciones con plegarias al buen Señor el Todopoderoso y creador que nos cubra de bendiciones.   Sin olvidar en nuestras oraciones a quienes ya tienen mejor vida a quienes adelantaron su partida para ellos nuestra ovaciones gregarias fueron sus acciones al legarnos una rica herencia sin pueblo pero con consciencia que nos quedan los valores para ser los constructores de un futuro con diligencia   Mi Atlántida de los Andes mi potosí sumergido pueblo lindo y querido tu gentilicio es muy grande cómo no escribir y cantarte versos y loas en tu honor gracias al comité organizador gracias a todos los participantes hacen del evento un estandarte que cada año sea mucho mejor.     “Digno labrador de mi bendita tierra feraz”   Amo mi ascendencia de andino, amo mi añorada aldea feraz, amo esa tierra bendita, a pesar de estar inundada, Potosí amo tu enseñanza en mi permanente trajinar en mi camino de pedagogía amo a quien ama la humildad. La humildad no de ser pobre, la modestia de poder trabajar, la tierra que es seno bondadoso, adonde tendremos que regresar. Como humo vano arrepentidos, como profetas en busca de hogar yo te amo mi tierra uribantina eres apoyadura, eres bondad Sólo le pido a mi Dios bendito que se acabe la doble moral no desmayar en nuestro esfuerzo y seguir en la lucha con tenacidad.   Disponible en: https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10206067927071655&set=a.10205947437179483.1073741865.1066336291&type=3&theater