Muestras de tu querer enamorado
en cada gesto tuyo estás poniendo:
está la primavera floreciendo
el huerto, la campiña, el arbolado.
Remuévese la savia en el sembrado,
-extraño despertar que no comprendo-;
cual si lamiera el aire, está paciendo
el verde de ese valle mi ganado.
La acequia manantial ha satisfecho
con su llanto el amor y ha bendecido
cuantas carencias cuento y no apetezco.
Y así, por alusiones, sin derecho
hablo de cuanto observo inadvertido...,
¡que abandonado y solo, no florezco!
Deogracias González