Amante de la aventura y de lo imprevisible…
Puedes tomar café con unos amigos
por la mañana
y al caer la noche verte entre los brazos
invisibles y sobrenaturales
de una pasión que nace del vértigo
apasionante
que te produce todo lo mágico y desconocido.
Encandilas con tu corazón infantil y tierno
y dejas en los demás
una huella laica que nunca podrán olvidar.
No eres rencorosa y te entregas en cuerpo
y alma
al amor que brota a borbotones de tu cuerpo
como un manantial de dulces y sugestivas caricias.
Amas la libertad, y cada día sales de tu propio
vientre…
Para volar libre de ataduras y prejuicios
por las alamedas de soledades que nacen
como nacen las flores en primavera
en las esquinas de tu tierno corazón de chocolate.