Dulzura que tu rostro pleno invade
y se funde en el brillo de tus ojos,
belleza de crepúsculos muy rojos,
roca fina, tenaz cual bello jade.
Tu gran belleza pura me persuade
a que parta mi vida en mil despojos,
cruzar tierras punzantes por abrojos
y tal vez así, hermosa, yo te agrade.
Tu beldad me conduce en mi camino
y yo sigo esta senda con placer,
formando como quiero mi destino.
Olvidando fracasos del ayer,
exalto tu belleza a lo divino
y el amor se dispone a renacer.