La fuente del agua de la infancia
manantial del amor verdadero
que corre por las calles, camino
del arroyo de los sueños...
Se oyen pasos en la distancia
son nuestros propios pensamientos
que vienen a buscarnos, pasa llevarnos
al pasado, de risas y de juegos...
Ay corazón enamorado, de la niñez
de las cosas amadas y sencillas
lleno de colores rojos de amapola
dorados campos de semillas...
La tarde alegre brilla, universo
de laureles, campos de castilla
mi corazón busca la paz, sentado
en un viejo caballo de cartón...
El pueblo que no tiene nombre
donde, la soledad habita, el
tren de niños con sus juegos
callada el alma dormita...
Y paso de puntillas por el patio
que me trae tantos recuerdos
arco iris de mil colores
que se rompe en las pupilas...
Gracias, gracias al amigo
que se toma la molestia
de escucharnos, y a la lira
que nos toca, mientras lloramos...