\"Tu entrega en una mirada\"
Capítulo IV
Nuestra entrega
Noche de fiesta que sé que estarás ahí, una alentadora sonrisa sale de mí. Se siente tu presencia, esta aquí, sin más nuestras miradas se cruzan, es evidente, tiene que pasar y es hoy. Dos polos opuestos tarde o temprano se atraen; te acercas algo agitado sin poder decir palabra, nuestro mudo lenguaje pocos lo entenderan.
Es cuestión de segundos para perder, sentir tu cercanía me motiva a acceder.
Nos perdemos de la vista de aquellos ajenos a nuestro sentir. Estoy frente a ti, en imposible no negarme, que ya estas sin darme cuenta pegado a mi cuerpo y en voz baja te digo:
- tus ansias son complemento, aprovechemos el momento.
Nuestra piel se une cómo dos piezas justas que algún día precisaban su maravilloso encuentro. No importa la oscuridad si te puedo sentir que desde ya te pido con seguridad en voz baja y sensual poséeme que tenemos el tiempo justo.
Me cuesta trabajo sostener la respiración, estoy exitada, acalorada, pero sobretodo llena de él. Imaginaba este bello momento de entrega y sin duda fue perfecto.
No puedo decir nada, solo admirar entre la oscuridad sus ojos que al igual que la mía pide más; imposible tenemos que regresar al salón donde todos están.
Saciados de aquel momento y de mi sentir alimentado de días desenfrenados, ambos nos alejamos de la oscuridad como si nada hubiera pasado. Al llegar al salón le presentó a mi intrañable amiga Sofía a quíen por su gesto se que le ha agradado.
Lo pasamos increíble, ambos durante la noche cruzamos miradas que nos hacen sonreír, ¿Pensará lo mismo que yo? Seguro si, lo veo en su mirada; siento su entrega en una mirada.
Continuará...
Gabriela Rodríguez
18/07/2017
Navojoa, Sonora México
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