Con mi mano entre su pecho
y sus labios en mi boca
fuimos gozando en el lecho
con ansías que eso provoca
Y nos dimos tantos besos
de caricias un montón
que quedamos tan espesos
como si fuera un frontón
Se hizo pronto de noche
sin apenas darnos cuenta
porque entre pecho y derroche
la caricia estaba atenta
Al llegar la madrugada
el estómago se quejaba
más siguió la cacicada
pues la mano no faltaba
Ya cansados del trabajo
quedamos por fin dormidos
ella encima, yo debajo
con los cuerpos exprimidos