Al observar mi vida ,
acaricio la suave presencia ,
de mis amistades .
Que surgen constantemente ,
hacièndome sentir lo grato ,
que es saber entregar afecto ,
y recibirlo .
No hay lìmites ,
para hacer pasar buenos momentos ,
lo que se requiere es buena voluntad .
Desarrollemos la empatìa ,
y esta nos devolverà ,
solo cosas buenas ,
que alimentaràn el alma ,
y esta sabrà que la hermandad ,
no es casualidad .
Que vengan los dìas ,
y nosotros dispuestos ,
a entregar lo mejor .
Despuès de haber afinado lo àspero ,
que adoptamos por moda ,
o por poca observaciòn de lo grotesco .