Cae la lluvia en esta tarde solitaria
y yo agito el papel como sacándole verdades;
cansina la luz, en la ventana se apaga,
y rugiendo el oleaje del mar mi gritos acalla.
En mi almohada busco olores
o algún sutil recuerdo de tus amores
y pienso dónde estarás en este preciso momento,
si en tu cama acostada o fumando un cigarro
mirando despistada aquella ventana.
Y se me hiela el alma buscando caricias
en esta vieja cama donde aun quedan cenizas.
Y se me rompe el corazón en mil astillas
pensándome solo, aquí,
lejos de tus brazos.
Y quisiera imaginarme asido tu pecho
escuchando tu risa o robando tus besos.
Anclado a tu alma, ondeando en tus cabellos,
sobre el tormentoso puerto de un lecho
presa de la pasión de tus dedos
ensordecido por el trueno de tu seno.